miércoles, 23 de enero de 2013

'EL NIÑO PINTOR' UNA DESAPARICIÓN EXTREMA.

'EL NIÑO PINTOR' UNA DESAPARICIÓN EXTREMA.




El pasado 9 de Marzo se celebró el desdichado día Nacional de las personas desaparecidas sin causa aparente. En nuestra anterior entrada recordábamos el caso de Juan Pedro Martínez Gómez, 'El niño de Somosierra', que después de veinticinco años sigue siendo un enigma para todos. Ahora trasladamos al presente otra nueva y extraña desaparición. Otra gran incógnita. Otro niño que se esfumó sin dejar rastro. Sin pistas. Sin testigos. Una familia más luchando incansablemente por encontrar a su hijo desaparecido día tras día, día tras día...Así durante veinticinco años.

El 6 de abril de 1987, David Guerrero Guevara, más conocido como el 'Niño Pintor de Málaga' entre el reducido círculo que frecuentaba las galerías de arte de la ciudad andaluza por su maestría a la hora de manejar los pinceles incluso antes de saber leer, desaparecería sin dejar rastro.


Con tan solo 13 años de edad, un buen día David puso rumbo hacia la parada de autobús más cercana de su domicilio, situada a unos 150 metros de su casa, ubicada en la malagueña barriada de Huelin. Su padre tenía la intención de acompañarlo, pero un asunto laboral se lo impidió. David iba ilusionado y nervioso a la galería de arte La Maison, en Calle Duquesa de Parcent, donde ese mismo día se inauguraba una exposición titulada 'Recordando la Semana Santa', en la que estaba expuesta una obra suya dedicada al Cristo de la Buena Muerte. Pero aquel autobús nunca vería subir al 'niño pintor'. Su rastro se desvanecería en aquellos fatídicos 150 metros que separaban la puerta de su domicilio de la marquesina del autobús.

Entrada la noche, sus padres denunciarían su desaparición. Lo hicieron cuando se alarmaron por la tardanza de David y se enteraron de que ni siquiera había llegado a la galería. ”El día que desapareció acababa de exponer su primer cuadro e iba a conceder su primera entrevista a la radio. Sólo la familia y los más conocidos sabíamos que pintaba tan bien. Nunca lo llevamos a ningún sitio para exhibirlo. Desde que tenía cinco años se tendía en el suelo del salón a pintar, igual que su hermano…” recuerda su madre.


Los investigadores del caso tomaron como primera hipótesis una fuga voluntaria del menor. Una suposición que venía dada por el hecho de que aquel día en Málaga, la Reina Doña Sofía se encontraba en la ciudad y el despliegue policial de uniforme y de paisano había tomado las principales calles del recorrido de la monarca, entre las que se encontraba la calle de David. Pero esta hipótesis de fuga voluntaria se desestimaría rápidamente, ya que muchas fuentes allegadas a la familia descartaron dicha posibilidad. "Es un chico plenamente dedicado a la pintura y con un círculo de amistades que se reduce a los compañeros de colegio", sostenían. Sus profesores lo corroboraban. "Es un chico muy equilibrado y, sobre todo, muy metódico", decían.

Seguidamente, las investigaciones se centraron en el mundo de la pintura de Málaga, debido al conocimiento que tenían muchos en la provincia del enorme talento del joven. Una teoría, la del secuestro por parte de algún miembro de este ambiente cultural, que pronto perdería fuerza. El rapto por motivos económicos también fue pronto descartado, ya que nunca se solicitó ningún tipo de rescate.

Un año después de su enigmática desaparición, en 1988, una pista, que a posteriori resultó ser falsa, situaba a David Guerrero en Lisboa (Portugal). En 1990 se comenzó a investigar a un ciudadano Suizo de 70 años de edad que estuvo en Málaga entre marzo y abril de 1987, y, que con toda probabilidad, contactó con el niño pintor, investigándose la posibilidad de que fuera trasladado a Suiza. Esta hipótesis tomó bastante fuerza, ya que uno de los últimos dibujos realizados por David era la caricatura de un hombre que reflejaba fielmente los rasgos del ciudadano suizo. Pero esta línea de investigación fue cerrada en enero de 1990 debido al fallecimiento del principal investigado.



El paradero de David Guerrero sigue siendo a día de hoy un misterio para todo el mundo. Una desaparición que Interpol calificó como 'extrema', etiqueta que queda para los casos en los que no se tiene ni un solo indicio. Simplemente, 'el Niño PNintor' se esfumó. Igual que en la 'evaporación' del 'niño de Somosierra', las preguntas sobre este caso todavía siguen en el aire. ¿Se marchó David por propia voluntad?, ¿Desapareció, entonces, en la puerta de su casa?, ¿Le estaba alguien esperando?, ¿Fue engañado?, ¿Por qué nunca dio señales de su paradero?, ¿Se fue a Suiza?, ¿Alguien le hizo creer que sería su mecenas y lo captó?

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