King vincula la muerte de Rocío Wanninkhof con las mafias de la Costa del Sol

Tony Alexander King ha cambiado por completo su declaración. Ayer, en Fuengirola (Málaga), ante la juez que instruye el caso, relacionó la muerte de Rocío Wanninkhof, de 19 años, en octubre de 1999, con una banda británica de la que formarían parte su ex mujer, Cecilia Pantoja, parte de la familia de ésta y su antiguo amigo Robert Graham. Según la declaración de King, el autor material de crimen sería Graham. Éste fue detenido inicialmente como encubridor y luego fue puesto en libertad. Según fuentes judiciales, la versión ofrecida ayer por King planteaba que la joven de Mijas trabajó en unos apartamentos de multipropiedad en los que blanqueaba dinero esta banda, que tenía conexiones con mafias rusas. La historia contada por King en el juzgado -su declaración acabó a las 22.30- incluía que Wanninkhof habría descubierto la trama mafiosa y que eso le costó la vida.

 

 

 

El abogado de King, Adrián Broncano, declaró que "en el caso se ha producido un giro de 180 grados" y se sitúa en un "contexto" que dijo que explicará "más adelante". La estrategia de la defensa parece orientada a situar a Graham, a Pantoja, su hermana Ingrid y al compañero sentimental de ésta como inductores de la muerte. King declaró durante dos horas y media por la mañana y por la tarde desde las 17.00, y sólo contestó a las preguntas de su abogado.

 

Ésta ha sido la primera declaración de King ante la juez María Jesús del Río, que instruye la segunda causa por la muerte de Wanninkhof. La juez se trasladó a la prisión de Alhaurín de la Torre el 10 de octubre para interrogar a King, pero éste se negó a declarar.

 

El británico fue detenido el 18 de septiembre en Alhaurín el Grande como sospechoso de la muerte de Sonia Carabantes, de 17 años, el pasado 14 de agosto. En su declaración ante el juez Gonzalo Alonso, que instruye ese caso, confesó el 21 de septiembre ser el autor de las muertes de Wanninkhof y Carabantes. Una prueba de ADN había vinculado, a finales de agosto, a la misma persona en ambos asesinatos.

 

El abogado de King le interrogó sobre su vida e insistió en que hablara de su infancia y juventud. Las respuestas, según testigos, "dibujaron el retrato de una persona muy desgraciada". Rompió a llorar en numerosas ocasiones.