Dolores Vázquez ha calculado la cuantía de su reclamación en función del tiempo que permaneció en prisión y de los daños morales sufridos, para lo que aporta un informe psicológico. La desaparición y asesinato de Rocío Wanninkhof fue uno de los crímenes que más expectación social e informativa generó en España y Dolores Vázquez, ex compañera sentimental de la madre de la víctima, Alicia Hornos, fue sometida, según algunos medios, a un juicio paralelo. En el escrito de Vázquez, presentado ante la Subdelegación del Gobierno en Málaga, se habla del "desprestigio" que ha causado el proceso en su imagen, para lo que la afectada adjunta numerosos recortes de prensa de aquellos meses, informa Europa Press.
Dolores Vázquez fue detenida el 7 de septiembre de 2000, casi un año después de la desaparición de Rocío Wanninkhof, cuyo cadáver fue encontrado en noviembre de 1999. El entonces titular del juzgado número 6 de Fuengirola, Román Martín González, ordenó su ingreso en prisión. En septiembre de 2001, un jurado popular, tras más de 30 horas de deliberación, la halló culpable y el presidente del Tribunal, Fernando González Zubieta, la condenó a 15 años y un día de prisión.
Sin embargo, en febrero de 2002, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía atendió el recurso de apelación presentado por la defensa de Vázquez y ordenó repetir el juicio con otro jurado, al considerar que tanto el veredicto del tribunal popular como la sentencia condenatoria estaban poco motivados, lo que suponía un quebrantamiento de las garantías procesales de la acusada. Esta sentencia fue ratificada por el Tribunal Supremo, y en febrero de 2002 Dolores Vázquez salió en libertad bajo fianza de 30.000 euros tras 17 meses en la cárcel.
La causa abierta contra Dolores Vázquez fue sobreseída después de conocerse que el ADN extraído de la saliva de una colilla hallada junto al cadáver de Wanninkhof coincidía con el material genético de trozos de piel rescatados bajo las uñas del cuerpo sin vida de Sonia Carabantes, la joven de 17 años de Coín (Málaga) por cuyo asesinato ha sido condenado a 36 años de prisión Tony Alexander King. Este ciudadano británico es ahora el único acusado en el nuevo juicio por el caso Wanninkhof, cuya fecha de celebración aún no ha sido fijada.
La reclamación de Vázquez se fundamenta en los artículos 292 y 294 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que regulan el derecho de los afectados a solicitar indemnización con cargo al Estado por los daños causados por un error judicial o "los que sean consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración de Justicia", supuesto al que se ha acogido Vázquez en su petición. Además, se aporta la jurisprudencia de, entre otras, dos sentencias del Tribunal Supremo de 1990 y 1999.
Siete años esperando justicia
"Yo lo que quiero es que se haga el juicio a mi hija, que llevo para siete años esperando a que se haga justicia, y que salga el culpable y lo metan en la cárcel si no está allí", declaró ayer Alicia Hornos, madre de Rocío Wanninkhof. La Audiencia Provincial de Málaga todavía no ha fijado fecha para repetir el juicio por el asesinato de la joven mijeña, que desapareció el 9 de octubre de 1999 cuando se dirigía a pie hacia su casa desde La Cala de Mijas y cuyo cadáver fue encontrado el 2 de noviembre de ese año en un paraje de Marbella, a 32 kilómetros de su casa. Esta vez, en el banquillo de los acusados se sentará en solitario el ciudadano británico Tony King, condenado ya por el asesinato de la joven de Coín (Málaga) Sonia Carabantes.Hornos, que siempre ha mantenido que Dolores Vázquez tuvo implicación en la muerte de su hija, reaccionó ayer con indiferencia ante la reclamación de cuatro millones de euros por anormal funcionamiento de la Justicia formulada por la que fue su compañera sentimental. "Si la Justicia lo cree oportuno que se lo paguen, yo no puedo opinar, yo no soy la Justicia", afirmó Alicia Hornos.
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