Si la primera sesión del juicio, celebrada el pasado lunes, la figura de Dolores Vázquez flotó en el ambiente como un fantasma que nadie se atrevió a nombrar, ayer tanto Tony King como Alicia Hornos, la madre de Rocío Wanninkhof, la tuvieron permanentemente en la boca. Mientras tanto, el presidente de la sala se esforzaba en vano en que no se pronunciara el nombre de la mujer que fue condenada en primera instancia por el crimen de la joven de Mijas.
"Nunca he pensado que Tony King sea el asesino de mi hija. Siempre he pensado que fue Dolores Vázquez Mosquera", señaló Alicia Hornos, la primera de los 79 testigos que declararán ante el jurado, compuesto por seis mujeres y cinco hombres. La madre de Rocío y ex compañera sentimental de Dolores Vázquez realizó estas declaraciones a preguntas del abogado defensor de King, Javier Saavedra.
En su declaración, Hornos sacó de su bolso unas bragas manchadas de sangre que supuestamente llevaba su hija cuando fue asesinada y que no han sido admitidas como prueba en la vista oral. "Estas bragas llevan el ADN de mi hija, que esos días tenía la menstruación, y de Dolores Vázquez", aseguró antes de que el juez Muñoz Caparrós le obligara a volver a guardarlas.
Otro elemento que, según Alicia Hornos, inculpa a su ex amiga es el lugar donde fue encontrado el cuerpo de su hija, una parcela en la zona de los Altos del Rodeo, en Marbella, donde la familia Hornos pensaba abrir un negocio. "Lo del negocio sólo lo conocían Dolores y la familia".
Mientras la acusación sostiene que King actuó en compañía de otras personas, principalmente Dolores Vázquez y Robert Graham, Saavedra manifestó ayer a los medios de comunicación que espera que se modifique la calificación de la acusación particular sobre su cliente, a quien la familia Hornos pide 20 años de prisión.
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