Detenido un hombre por los asesinatos de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof
Tony Alexander King, de 38 años, ha sido detenido por su presunta relación con los asesinatos de las jóvenes Sonia Carabantes (17 años) y Rocío Wanninkhof (19). Él mismo confesó ayer a la policía que es el autor del crimen de Coín. Lo denunció una ex compañera sentimental, fuma cigarrillos Royal Crown y tiene un coche blanco como el que la Guardia Civil buscó tras la desaparición de Sonia. El faro del coche está roto, como el del asesino, que no pudo evitar que un trozo, con una marca de su sangre, quedara junto al cadáver de Sonia, asaltada el 14 de agosto. Según la investigación, el ADN coincide.
El presunto asesino fue detenido ayer hacia las 11.30, cuando salía de su casa, en Alhaurín el Grande (Málaga), a 7 kilómetros de Coín, después de haber sido vigilado durante toda la noche, según fuentes policiales. Media docena de policías le tumbaron en el suelo para esposarle. Su antigua compañera sentimental y madre de su hija lo denunció hace una semana. Explicó que había estado en la feria de Coín y que vio arañazos en su cara y sangre en sus ropas. King tiene antecedentes policiales en su país de origen, y también en España, por violencia y robo, según explicó el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio.
Varias fuentes de la investigación filtraron por la mañana a la prensa "su seguridad en la culpabilidad de King", porque habían conseguido hacer previamente los análisis de ADN y establecido la coincidencia con el del asesino de Sonia, que había fumado un cigarrillo Royal Crown en el lugar en donde mataron a Rocío Wanninkhof el 9 de octubre de 1999. Este extremo fue desmentido por Carlos Rubio en rueda de prensa: "Por el momento es imposible saber si la prueba de ADN que vincula las muertes de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof coincide o no con el perfil genético del ciudadano británico detenido como sospechoso".
En todo caso, el subdelegado del Gobierno sí afirmó que "son muchas las investigaciones, comprobaciones y análisis realizados que han dado como consecuencia esta detención; habrá que confirmar todas las relaciones que existen, ya que ahora mismo se trata de un sospechoso". Este asunto es muy relevante, porque los tribunales españoles sólo admiten los análisis de muestras genéticas obtenidas por orden judicial en el curso de investigaciones penales por delitos graves.
Para evitar entrar en una laguna legal, la Policía solicitó ayer formalmente al magistrado titular del Juzgado número 1 de Coín, Gonzalo Alonso, que instruye el caso, permiso para proceder a unos análisis de ADN. Alonso concedió este permiso y otro para proceder inmediatamente al registro de la casa del detenido. El registro se prolongó desde las 14.10 hasta las 17.25. Varios cientos de vecinos se congregaron durante más de tres horas en la puerta del colegio público Emilia Olivares, situado en el centro de la localidad, justo al lado del cuartel de la Guardia Civil, que es el cuerpo que ha investigado la muerte de Sonia, desde hace 39 días.
Se ha producido en cierta manera un conflicto de competencias. La Policía ha intervenido en un caso que llevaba la Guardia Civil. Según Carlos Rubio, porque el detenido operaba en la costa, que es el territorio policial habitual. Otras fuentes apuntan que la ex compañera sentimental de King, llamó a la Policía para realizar su denuncia. En todo caso, el juez que lleva el caso decidió ayer por la tarde que el detenido pase a disposición de la Guardia Civil, cosa que la Policía ha anunciado que efectuará en el día de hoy.
El registro de ayer ya lo realizaron agentes de ambos cuerpos de seguridad. Las más de tres horas de registro permitieron a los investigadores recoger material para llenar ocho grandes bolsas de basura y una caja, que los agentes sacaron del interior de la vivienda situada en el colegio público en el que vivía King con su actual pareja y sus hijos. A las 16.30 se produjo una primera salida de un coche con una persona que llevaba tapada la cara y que iba recostada sobre el hombro de una agente de la Policía. La gente congregada allí se abalanzó sobre el coche policial y empezó a golpearlo, lanzando gritos de "¡asesino, asesino!". Ésta habría sido la salida de María Luisa, en dirección a la sede de la Comisaría Provincial, en Málaga capital. Casi una hora después se repitió la escena, y en esta ocasión probablemente con King como pasajero. En esta ocasión a los gritos se añadió el lanzamiento de piedras, una de las cuales golpeó al comisario jefe de Málaga, Florentino Villabona, que había asistido al registro domiciliario y necesitó varios puntos de sutura en el centro de salud de Alhaurín, vecino al colegio.
Además de la coincidencia del ADN, que oficialmente puede demostrarse en los próximos días, el trozo del faro del Mazda encontrado junto al cadáver de Sonia también inculpa a King: fuentes de la investigación afirmaron ayer que "coincide con su faro roto al 99,99%". El sospechoso también fuma cigarrillos Royal Crown, una marca no muy habitual en la zona, pero que sí está en las estanterías del estanco que hay frente a su casa.
¿Conoce a Dolores Vázquez?
La pregunta que se hace ahora la policía es si el sospechoso de la muerte de Sonia Carabantes conocía a la única acusada del crimen de Rocío Wanninkhof, ocurrido en 1999. Dolores Vázquez siempre ha negado su participación en la muerte de Rocío, incluso después de ser condenada a 15 años de cárcel en septiembre de 2001, en un proceso que luego anuló el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y el Supremo.
Sin embargo, la acusación particular y la Fiscalía recuerdan que en el proceso no quedó aclarado por qué una semana después del crimen varios agentes de la Guardia Civil vieron un Toyota Celica rojo con la matrícula del vehículo de Vázquez, con dos hombres jóvenes de apariencia extranjera en su interior. Vázquez negó que hubiera dejado su coche a nadie.
Si King se fumó un cigarrillo Royal Crown la noche del 9 de octubre de 1999, en el lugar donde mataron a Rocío, podrá exculpar o inculpar a Dolores Vázquez. Igualmente deberá aclarar si estaba en el Toyota una semana después.
El abogado de Vázquez, Pedro Apalategui, declaró ayer que su defendida no conoce a nadie que se llame Tony Alexander King". En todo caso, ayer ya salieron a relucir dos coincidencias entre Vázquez y King, que lleva en España seis años. La primera se refiere a su lugar de residencia: estuvo viviendo en distintos lugares de la Costa del Sol, entre ellos Mijas, en la urbanización El Chaparral, situada a pocos kilómetros del domicilio de la acusada del caso Wanninkhof.
La segunda coincidencia es menos circunstancial: Rocío y Tony coincidieron trabajando en el Hotel Sultán en 1997, en la época en la que lo dirigía Dolores Vázquez, según señala una fuente policial. Este extremo justificaría que la joven no se asustara, si se lo encontró la noche en que la mataron cerca de su casa. Apalategui precisó ayer que "aunque Dolores no conoce a nadie que se llame King, no descarta la posibilidad de que esta persona pueda haber trabajado en algunas de las empresas turísticas que ha dirigido".
La coincidencia de un ADN, que podría ser el de King, en la colilla de Royal Crown del 99, en las muestras de piel bajo dos uñas de Sonia Carabantes y en la sangre de un trozo de piloto del intermitente del Mazda, ha llevado también a la Policía a emprender investigaciones para ver si el británico detenido tiene relación con la desaparición de la joven María Teresa Fernández, en el verano de 2000 en Motril (Granada).
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