La policía británica analiza la posible relación de King con varios crímenes sin resolver
Investigadores policiales del Reino Unido estudian desde hoy la posible conexión entre las muestras de ADN de Tony Bromwich, el presunto asesino de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof, y algunos crímenes sin resolver en el Reino Unido.
Scotland Yard habilitó ayer una línea telefónica para que supuestas víctimas aporten su testimonio y se investiguen los casos, y para que llame cualquiera que pueda aportar información sobre el sospechoso, que desde el pasado lunes se encuentra en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga).
Bromwich fue encarcelado en el Reino Unido en 1986, a los 19 años, por estrangular con un cable a cinco mujeres en Holloway, un barrio del norte de Londres, por lo que se ganó el apodo de El estrangulador de Holloway. Fue condenado a diez años de prisión, aunque salió de la cárcel en 1991.
Falta de pruebas
Según The Times, la Policía británica teme que el sospechoso, una vez fue puesto en libertad, pudiera haber cometido crímenes en el Reino Unido durante algunos de los viajes que hizo entonces desde España.
Este diario añade que la Policía de Surrey (en las afueras de Londres) se planteó en 1998 pedir la extradición de Bromwich, ya que era sospechoso de haber atacado a una mujer en el Reino Unido, si bien no había pruebas suficientes.
El acusado por los crímenes de Mijas y Coín cambió el nombre por el de Anthony Alexander King cuando se trasladó a España en virtud de una ley británica que permite el cambio de identidad para personas que hayan tenido problemas con la justicia y sus nombres hayan aparecido en la prensa.
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