Pocas veces una persona ausente ha tenido tanto protagonismo en un juicio. El único acusado por el asesinato en 1999 de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof, Tony King, y la madre de la víctima, Alicia Hornos, coincidieron ayer en acusar del crimen a Dolores Vázquez, que pasó 17 meses en prisión tras ser condenada por los hechos en un primer juicio, que fue anulado en 2002 porque la sentencia no estaba suficientemente motivada. "Vi a Dolores apuñalando a Rocío por la espalda y reírse", aseguró King en una desconcertante declaración marcada por la cocaína y la hipnosis.
En su declaración, que duró alrededor de una hora y media, King inculpó al también ciudadano británico Robert Graham, a quien acusó de "rematar" a Rocío, de 19 años, "cortándole el cuello" cuando la joven agonizaba. Graham fue juzgado en el primer juicio y su caso, al igual que el de Vázquez, también fue sobreseído provisionalmente. Ninguno de los dos están citados en la repetición de la vista oral que durará hasta el próximo día 1 en la Audiencia de Málaga.
El magistrado que preside el tribunal del jurado, José María Muñoz Caparrós, permitió ayer declarar a King después de que el pasado lunes lo expulsara de la sala por llamar "delincuente" tanto al juez como al fiscal del caso, Antonio González. Muñoz Caparrós, que trasladará las manifestaciones de King al fiscal jefe de la Audiencia Provincial malagueña, dejó hablar al acusado "para que no haya indefensión".
El fiscal pide para King 26 años y nueve meses de prisión por el asesinato y el intento de agresión sexual de Rocío Wanninkhof el 10 de octubre de 1999. El acusado realizó un nuevo y crudo relato de la noche del crimen a petición de su abogado, Javier Saavedra. Los testimonios del supuesto asesino no coinciden con los que prestó ante la Guardia Civil y el juez de guardia de Coín, a quienes confesó ser el único autor del crimen cuando fue detenido tras la muerte de la joven Sonia Carabantes.
Sesión de hipnosis
"Graham me llamó dos días antes para que fuera el día 9 por la tarde a su casa porque me quería ofrecer algo que solucionaría mis problemas económicos", afirmó el acusado. Según el relato de King, esa noche Graham le contó cómo pensaba hacerle ganar dinero: "Me dijo que quería practicar la hipnosis con alguien, y yo me ofrecí". Cuando comenzó la supuesta sesión, con la luz apagada, "llegaron tres personas a la casa de Graham". Según King, se trataba de Dolores Vázquez, un tal Pigüi y otro hombre sin identificar. "Graham me pidió que saliera al balcón, y yo estaba medio hipnotizado", aseguró.
Cuando pudo volver a entrar en la casa "Graham estaba sólo". "Me dijo que bajáramos a la calle y entramos en un Ford Fiesta" de fabricación y matrícula inglesa, propiedad del acusado. Según King, Graham conducía y él ocupaba el asiento del copiloto, a la izquierda. "En los asientos traseros", relató, "estaban Dolores, a quien yo no conocía de nada, y otro hombre. Escuché un ruido detrás de mí y miré hacia atrás. Lo primero que me sorprendió es que el hombre que estaba sentado con Dolores estaba echado hacia delante. Vi cómo Dolores se reía mientras apuñalaba con un cuchillo a Rocío, colocada detrás de ella. La estaba apuñalando en la espalda". Siempre según la declaración de King, mientras el coche circulaba, Dolores Vázquez guardó las bragas de Rocío y el hombre que la acompañaba "tiró por la ventana un zapato" de la joven. Finalmente, asegura King, Graham degolló a Rocío, que agonizaba en el maletero.
A pesar de que cuando fue detenido King llevó a la Guardia Civil al lugar donde supuestamente ocultó el cadáver de Wanninkhof por primera vez, en un descampado de la zona de Elviria, en Mijas, el acusado negó haber participado en el traslado del cadáver de Rocío a ese lugar. Y también negó haberlo llevado posteriormente a la finca marbellí de los Altos del Rodeo, donde fue encontrado el cuerpo el 2 de octubre de 1999, 24 días después de la desaparición de la joven. "Graham se encargó de eso en mi coche, pero había otras personas con él".
Propietario de un arma
En cuanto a una de las armas con la que se cometió el crimen, King admitió que era suya, pero que la había usado Dolores Vázquez. Por lo que respecta a la colilla de un cigarrillo Royal Crown con su material genético hallado en el lugar donde supuestamente fue asesinada la joven, King dijo que Graham le hizo dejarlo allí bajo los efectos de la sesión de hipnosis.
El acusado pidió declarar bajo la hipnosis y con un detector de mentiras, lo que rechazó categóricamente el presidente de la sala. King se mostró muy nervioso y se encaró en varias ocasiones con la intérprete, sentada a su lado. En un momento, el supuesto asesino de Wanninkhof solicitó que le aflojaran las esposas, lo que le fue concedido por Muñoz Caparrós tras consultar a los policías que lo custodiaban.
King achacó la diversidad de sus versiones -ya cambió su declaración en agosto de 2004- al "miedo" a que le "mataran" los guardias que le detuvieron e interrogaron. "Dije lo que creía que querían que dijera. Soy inocente y una cabeza de turco", finalizó.
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