lunes, 28 de enero de 2013

King reitera que una mafia inmobiliaria mató a Rocío Wanninkhof

Tony Alexander King volvió a repetir ayer a la juez que instruye el segundo caso Wanninkhof que fue su amigo Robert Graham quien asesinó a Rocío, de 19 años, el 9 de septiembre de 1999. En su declaración, King volvió a relacionar a Graham con una trama delictiva vinculada a las empresas de multipropiedad. La juez María Jesús del Río tomó declaración a King en la prisión de Alhaurín, en donde está encarcelado desde el pasado 21 de septiembre. El abogado de Graham garantizó que su defendido, que está en Egipto, comparecerá voluntariamente para declarar como imputado.
En una declaración que duró casi tres horas, King repitió la sorprendente versión que contó el pasado 13 de noviembre en el juzgado de Fuengirola. Tanto la juez como el fiscal le preguntaron por qué había cambiado su declaración inicial en la que se autoinculpó de la muerte de Rocío Wanninkhof. Después de una larga divagación repitió los mismos argumentos de hace dos semanas: el miedo a la mafia y a la seguridad de su hija le habrían hecho asumir una autoría del crimen que ahora niega.
 
 
 
Marcos García Montes, abogado de la familia Wanninkhof, intentó poner de relieve alguna contradicción. Le preguntó cómo es posible que tema por la vida de su hija si la madre de ésta, su antigua compañera Cecilia Pantoja, es, según él, una de las componentes de la mafia de la multipropiedad que estaría detrás de la muerte de Rocío. King también negó que conociera a Dolores Vázquez, condenada en septiembre de 2001 por el asesinato de Wanninkhof. Tanto el abogado de Graham como Marcos García Montes calificaron de circo la estrategia de defensa de King: "Hoy ha sido el mismo circo y espectáculo que fue el otro día y la misma vergüenza", concluyó el letrado de la familia Wanninkhof.
Mientras se producía esta declaración en el Juzgado número 1 de Coín comparecían los padres de Sonia Carabantes, de 17 años, de cuya muerte, el pasado 14 de agosto, también se autoinculpó King. Los padres de Carabantes descartaron ayer ante el juez que su hija fuera atropellada antes del crimen. Encarna Guzmán, madre de Sonia, volvió a explicar cómo encontró el zapato, el bolso y el móvil de su hija frente a su casa, el día en que desapareció. Recordó que tanto ella como su esposo vieron un coche aparcado con manchas de sangre, pero que estaba sola cuando encontró los objetos personales de su hija. "Al criminal se le antojó cogerla, se la llevó y la mató", relató.

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