El ADN confirma que el británico detenido participó en los crímenes de Coín y Mijas
Los rastros de ADN obtenidos de un calzoncillo de Tony Alexander King, el camarero británico detenido por su presunta implicación en los crímenes de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof, son idénticos a los recogidos en las manos de la joven asesinada en Coín el pasado 14 de agosto y a los hallados en un cigarrillo encontrado en el lugar donde fue asesinada en 1999 la adolescente de Mijas. El margen de error de estos análisis es de uno entre un trillón.
Las pruebas, realizadas con la máxima urgencia por la Guardia Civil, indican que King participó en el asesinato de Carabantes y que, al menos, estuvo en la escena del crimen de Waninnkhof, de cuya autoría sigue acusada Dolores Vázquez. Ésta reiteró ayer su inocencia y declaró que no conoce de nada al detenido. King ha admitido que la noche del crimen de Coín estaba borracho y sólo recuerda a Sonia Carabantes llena de sangre.
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