El fiscal también pide que se aplace el juicio por el 'caso Wanninkhof'
El segundo juicio contra Dolores Vázquez por la muerte de Rocío Wanninkhof se encamina hacia el aplazamiento, dos semanas después de conocerse que las pruebas de ADN establecían una conexión entre este caso y el crimen de Sonia Carabantes, ocurrido en Coín el pasado 14 de agosto. El fiscal solicitó ayer la suspensión del juicio previsto para el 14 de octubre, "para que se recabe información suplementaria". El abogado de la familia Wanninkhof hizo una petición similar el pasado viernes, pero el defensor de Dolores Vázquez no está de acuerdo: "Me opongo a que se aplace el juicio, creo que debería celebrarse el proceso sin dilaciones o decidirse un sobreseimiento provisional, que es la petición que estoy preparando", afirmó Pedro Apalategui.
El presidente del tribunal del jurado, José María Muñoz Caparrós, que ayer se incorporó tras sus vacaciones, tendrá que decidir ahora. Si se inclina por un aplazamiento enviaría el caso de nuevo a un juzgado de instrucción de Fuengirola, en donde se instruyó la causa en 1999 y 2000. Según informó el fiscal jefe de la Audiencia de Málaga, Manuel Villén, la acusación pública pretende que continúen "durante tres o cuatro meses" las investigaciones para determinar a quién pertenece el ADN que vincula este crimen con el de Sonia Carabantes.
El entierro de Sonia tendrá lugar esta tarde en Coín. El féretro con su cuerpo está previsto que llegue hacia las 15.00 a la parroquia de San Juan, en donde se instalará la capilla ardiente. El obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, oficiará el funeral a las 18.00. Los hermanos de la joven se han trasladado desde Suiza, donde viven, para el entierro. Su madre, Encarnación Guzmán, ha manifestado que se encuentra "más tranquila, porque ahora mi hija descansará en paz y sólo falta que cojan a sus asesinos". Las pruebas que tenía que hacer el Instituto de Toxicología de Sevilla siguen de llegar a Málaga. "Sólo han confirmado que efectivamente murió estrangulada", apuntó una fuente de la investigación.
Los alumnos del instituto Licinio de la Fuente de Coín, en donde estudiaba la joven asesinada, comenzaron ayer el curso con un plan de atención psicológica "para que de alguna forma entiendan esta muerte", declaró a Efe su director, Manuel Olea.
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