viernes, 25 de enero de 2013

El jurado del 'caso Wanninkhof' delibera para dar su veredicto tras un juicio que ha durado 11 días

El juicio por el caso Wanninkhof está visto para sentencia. El jurado inició ayer su deliberación para determinar si la acusada, Dolores Vázquez, es culpable o inocente de la muerte de Rocío, la joven de 19 años que desapareció en Mijas (Málaga) el 9 de octubre de 1999 y cuyo cadáver fue hallado un mes más tarde. El fiscal y la acusación incidieron en las contradicciones de la acusada y los testimonios incriminatorios para pedir 15 y 20 años de cárcel respectivamente. La defensa se basó en la presunción de inocencia y la inexistencia de pruebas para reclamar su absolución.

Tras los alegatos, la acusada reiteró que es inocente: 'Están cometiendo un gravísimo error. Yo no he matado a Rocío, yo no he visto a Rocío, ni he salido de mi casa. Busquen a los culpables porque yo no he sido'.

Tras 11 días de juicio, el jurado inició ayer mismo su deliberación. Se desconoce cuándo habrá un veredicto. Su decisión no será fácil. Sus miembros escucharon alegatos diametralmente opuestos, con lagunas y contradicciones, sin pruebas que incriminen a Vázquez, pero con testimonios e indicios en su contra.

El fiscal reconoció 'fisuras' en la investigación, pero hizo hincapié en las contradicciones de la acusada y en su persistencia en negar detalles desmentidos por varios testigos. 'No tenemos una prueba contundente', admitió. Pero a continuación añadió: 'Debemos interpretar las negaciones de la acusada. Miente porque oculta aquello que la pueda incriminar'.

Para sustentar esta conclusión, recordó que Vázquez negó haber salido a correr aquella noche pese a que una camarera del bar de enfrente testimonió lo contrario; que dijo que tenía el coche estropeado cuando cuatro guardias civiles lo vieron circular por el lugar del crimen días después de la desaparición de la joven; que modificó su declaración inicial al conocer que había testimonios que ponían en entredicho sus afirmaciones; que negó tener bolsas industriales como en las que aparecieron el cadáver y la ropa de la víctima pese que dos testigos declararon lo contrario. La acusación hizo un alegato similar y aclaró al jurado que 'no siempre se condena a un culpable por una prueba rotunda'.

La defensa llamó la atención sobre la inexistencia de pruebas contra su defendida, tachó los alegatos del fiscal y la acusación de 'conjeturas' y recordó que los registros a su casa y su coche no arrojaron 'ni un solo vestigio' contra Vázquez. En varias ocasiones, reiteró que la presunción de inocencia es un principio fundamental del Estado de Derecho que sólo se destruye aportando pruebas y que sin ellas se violentaría ese precepto.

El letrado incluso aprovechó una laguna en el relato del fiscal, que antes había apuntado que Dolores se llevó el cadáver a su casa en un 'coche pequeño'. Este vehículo siempre ha sido un misterio en la investigación ya que en el lugar del crimen se encontraron marcas de neumáticos más estrechos que los del todoterreno de la acusada. Pero ese vehículo más pequeño nunca se encontró. El letrado advirtió que no había ningún dato que sustentara la hipótesis de que la sospechosa se llevó el cuerpo a su casa y dijo que el relato del fiscal servía 'para el guión de una película', pero no para incriminar a Vázquez. Además, puso en tela de juicio la investigación. Cuando estaba por la mitad de su alegato, la madre de la víctima, Alicia Hornos, abandonó la sala, tras llamar 'asesina' a la acusada. Vázquez lleva un año en prisión.

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