miércoles, 20 de marzo de 2013
El presunto asesino en serie comparece hoy ante el juez
El jardín de la muerte o la casa de los horrores, como ha sido bautizado ya por la prensa británica, sigue ofreciendo frutos siniestros. La policía desenterró ayer lo que parecían ser los restos del sexto cadáver hallado en la casa de Frederick West, un albañil de Gloucester, ciudad (100.000 habitantes) situada al oeste de Inglatrra. West, de 52 años, comparece hoy ante juez para responder de la muerte de tres mujeros (entre ellas la de su propia hija), cuyos restos fueron hallados en el jardín de su casa.
Frederic West, en cuyo domicilio ofrecía servicios de bed and breakfast (las populares pensiones de cama y desayuno del turismo barato en el Reine Unido e Irlanda), perdió el conocimiento el pasado jueves cuando en su primera comparecencia ante el juez escuchó las tres acusaciones de asesinato presentadas contra él en un juzgado de Gloucester.Los tres presuntos asesinatos, incluido el de su hija Heather, de 16 años, y el de una mujer embarazada que residía como huésped en la casa, se produjeron entre enero de 1972 y febrero de este año.
Las sospechas iniciales de la policía de que en la casa adosada de tres pisos podía haber enterrados más cadáveres resultaron ciertas. El sábado fueron encontrados dos nuevos cadáveres al excavar en el interior del inmueble, y ayer apareció una sexta víctima enterrada bajo el cemento del sótano.
Padre de 10 hijos
Frederick West es padre de 10 hijos fruto de dos matrimonios. Tras solicitar el divorcio se casó en 1972 con su actual esposa, Rosemary. West y su esposa fueron detenidos el pasado 25 de febrero. Rosemary se encuentra en libertad provisional tras ser interrogada por la policía. La pareja nunca informó de la desaparición, en 1987, de su hija Heather.
El comisario John Bennett, responsable de las investigaciones que se realizan en el número 25 de la calle Cromwell, declaró que había "claras posibilidades" de que se produjeran nuevos hallazgos.
La policía ha movilizado a un total de 30 agentes que rastrean metódicamente tanto el pequeño jardín como el interior de la casa. Bennett reveló que sus hombres están efecuando excavaciones en otros lugares cercanos a la casa de West, pero prefirió no entrar -n detalles.
Los vecinos no salen de su estupor. El presunto asesino Frederick West, calificado de persona normal y amable, no hhabía despertado nunca las sospechas ni las habladurías del barrio, un común denominador en todos los asesinos en serie británicos.
El tribunal competente en el caso ha pedido a la prensa que modere el tono de sus informaciones. Una de las primeras páginas de los periódicos sensacionalistas se ha llevado la palma. El Sun titulaba: "Una lesbiana preñada es una de las víctimas del Jardin del horror "
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