miércoles, 20 de marzo de 2013
El mendigo debe ir a un psiquiátrico porque es un "peligro social"
Francisco Garcia Escalero, el mendigo psicópata, de 41 años, acusado de matar a 11 personas entre agosto de 1987 y septiembre de 1993, debe ser absuelto de sus 11 crímenes, pero deberá ingresar en un centro psiquiátrico bajo una "estricta vigílancia" y no podrá pisar la calle hasta que el tribunal entienda que se ha curado. Se trata de un loco "peligroso" para la sociedad que, si quedase Ubre, volvería a matar. Así lo entienden el fiscal, los forenses y las acusaciones que han intervenido en el juicio.
La vista oral quedó ayer vista para sentencia. El fallo que dicte la Audiencia de Madrid habrá de redactarse en esos términos, a juzgar por los informes de los psiquiatras y las conclusiones de las distintas partes.La duda aún no resuelta, y que sólo se despejará cuando el tribunal dicte su fallo, es dónde será internado: en una cárcel para locos (hay una en Alicante, en la que ya ha estado como preso preventivo) o en un hospital psiquiátrico civil como reclama su abogado, José Emilio Rodríguez Menéndez.
El juicio contra García Escalero -un hombre que mató a 11 personas guiado, según explicó al tribunal, "por una fuerza interior" irresistible que le pedía sangre- cómenzó el lunes.
Cuando la vista estaba muy avanzada, el tribunal que preside José Manuel Maza decidió suspenderla hasta ayer para que los forenses actualizasen sus informes sobre el estado mental del acusado.
Y los forenses han dictaminado que García Escalero sigue siendo peligroso para la sociedad. Juan José Carrasco y Luis Segura concluyeron que debe recibir asistencia en un hospital psiquiátrico con unidades blindadas para que no pueda fugarse. Pero no entraron en si debía ser civil o penitenciario. "No es asunto nuestro", dijeron.
Los peritos señalan que, aun reconociendo que su estado ha mejorado algo en los dos últimos años, persiste el peligro. Y dejan entrever que si bebe y consume tóxicos probablemente volverá a cometer acciones delictivas. "Las voces siguen... Se ríen de mí... Me dicen que quieren sangre... No que mate, sino que me corte...", les ha dicho esta misma semana. El fiscal modificó sus conclusiones y pidió la absolución penal por tratarse de un enajenado mental. Pero, eso sí, aclaró el fiscal, debe ser internado en un psiquiátrico bajo "un control estricto y riguroso". "Se trata de una persona con mínimas posibilidades de recuperación", advirtió. Debe ser internado en un centro capacitado para tratar su enfermedad y dotado con medidas de seguridad para evitar que escape, opinó el fiscal.
Fallos
Rodríguez Menéndez, abogado defensor, pidió al tribunal que se envíe a García Escalero "a un hospital psiquiátrico civil, nunca a uno penitenciario, porque ello sería ilegal y delictivo", enfatizó. "Los psiquiátricos penitenciarios son para los presos que pierden la cabeza estando ya en la cárcel, los condenados", agregó. García Escalero, dijo, "es inimputable y no ha cometido ningún delito". El letrado enumeró varios hospitales capacitados para asistir a García Escalero. Y arremetió contra los abogados de la acusación que solicitaban indemnizaciones. Salvo un caso, "los demás fallecidos eran mendigos... ¿qué responsabilidad civil se pide ahora?", ironizó.
Los abogados de las víctimas lamentaron el fallo que han tenido Ias instituciones públicas" con García Escalero, que le dejaron libertad de movimiento a pesar de los informes médicos que advertían de su grave estado mental.
Hospitales inadecuados, un problema para los jueces
¿Qué hacer con un trastornado mental que ha cometido un delito grave y que resulta absuelto porque es inimputable, irresponsable de sus actos? La Audiencia está teniendo graves problemas para alojar a este tipo de personas. Ni les pueden dejar en la calle, porque son peligrosas, ni encerrarlas en una cárcel, porque no se les puede culpar.La solución que suelen adoptar algunos tribunales es enviarles al centro penitenciario psiquiátrico de Fontcalent (Alicante). Pero ello bordea la legalidad, ya que, de hecho, son personas irresponsables de sus actos. El problema es, pues, qué hacer con ellos. Antes eran enviados a los antiguos manicomios provinciales, pero estos centros ya no existen. Sí hay áreas de salud mental en algunos hospitales, pero se trata de centros abiertos, de los que es fácil huir. "Muchas veces, Fontcalent es la única solución", afirma Arturo Beltrán, magistrado de la Sección 5ª de la Audiencia de Madrid. ¿Dónde hay un centro no penitenciario que reuna garantías de asistencia y seguridad ... ? ¿Dónde lo hay ... ?", se pregunta. "No lo hay", responde. El presidente de la sala, José Luis Calvo Cabello, asiente. Recientemente, esta sala ha absuelto a un enfermo mental muy peligroso que apuñaló a su madre y que, además, tiene el sida. Los jueces le han estado buscando un lugar que pueda atender su patología, y, paralelamente, del que no pueda salir. No lo han hallado. Mientras aparece ese centro, el enfermo, que ha sido declarado inimputable, continúa esperando un albergue adecuado en la enfermería de Carabanchel.
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