miércoles, 20 de marzo de 2013
Los forenses dicen que García Escalero es "irresponsable de sus actos"
¿Cómo y dónde debe purgar sus crímenes el mendigo psicópata? Despejada la autoría de los 11 asesinatos que el fiscal le atribuye (el acusado se declaró culpable), la principal cuestión que se plantea el tribunal (máxime tras oír decir a los psiquiatras que es un "enfermo irresponsable de sus actos") es si Francisco García Escalero debe ser sometido a un tratamiento ambulatorio o encerrado en un manicomio hasta que se cure. De momento, la Audiencia suspendió ayer el juicio -el mismo día en que había comenzado- para encargar a los psiquiatras que vuelvan a explorarle y actualicen sus dictámenes.
García Escalero (de 41 años) reconoció los 11 asesinatos, pero adujo que no recordaba nombres ni detalles, porque en todos ellos actuó guiado por una irreprimible "fuerza interior" que agitaba su instinto asesino. El fiscal, que le pide 106 años de cárcel, reclama que sea internado en un psiquiátrico penitenciario.La decisión de suspender la vista y continuarla el próximo viernes la adoptó el tribunal a instancia del abogado defensor, José Emilio Rodríguez Menéndez: adujo que los informes sobre la personalidad de García Escalero son antiguos y debían revisarse. En los últimos dos años, su cliente, aclaró, ha estado sometido a atención médica en un centro psiquiátrico y "ha respondido al tratamiento".
"El meollo de la cuestión"
El "meollo de la cuestión", no es dilucidar si Escalero es autor de los crímenes ("él mismo ha reconocido que sí") sino dónde y en qué régimen cumplirá su eventual condena. Los abogados de las víctimas consideraron innecesaria la nueva pericia, pues cabe practicarla "en fase de ejecudión de sentencia". El presidente del tribunal, José Manuel Maza, entendió, sin embargo, que la nueva exploración debía hacerse antes de la sentencia.El actual Código Penal (el nuevo entra en vigor el 24 de mayo, y no es de aplicación en este caso) ofrece dos opciones: internarle en un hospital psiquiátrico penitenciario (en Alicante hay uno) o someterle a tratamiento ambulatorio (o sea, el acusado tendría que ir periódicamente a un centro sanitario, pero en régimen de libertad). Si los forenses se ratifican en lo que ayer avanzaron -que es peligroso y puede volver a matar sí queda libre-, la opción más probable es enviarle de nuevo a Alicante. Sólo saldría de allí si el tribunal, con el, paso de los años y a la vista de su evolución, lo autorizase.El interrogatorio de ayer de García Escalero fue escueto. No desmintió su intervención en los 11 crímenes que, uno tras otro, y con macabros detalles, el fiscal le fue enumerando. "No lo recuerdo", "eso sí lo recuerdo, pero estaba muy mal..." Fueron sus machaconas respuestas cuando el acusador trataba de refrescarle la memoria con los pormenores de sus crímenes, los lugares y los nombres de víctimas.
-¿Recuerda usted a Julio Santisteban, que le mató en un descampado de Hortaleza?- inquirió el fiscal.
-Por el nombre no lo recuerdo bien.
-¿Recuerda que le acuchilló y que después le cortó el pene y se lo introdujo en la boca?
-No recuerdo. Estaba bajo el efecto del alcohol y de las pastillas. No sabía lo que hacía.
-¿Recuerda usted, Francisco, en el invierno de 1991, que estaba usted con Juan ... ?
-Lo recuerdo muy mal. No sabía lo que hacía.
-¿Recuerda que le clavó un cuchillo por la espalda y luego, con la navaja, le extrajo las vísceras...?
Muchas preguntas las contestó gesticulando con la cabeza, casi siempre agachada. Asintiendo o negando.
-¿Y a una señora que estaba sentada en un banco, en la avenida de América... que fueron usted y otro señor ... ? [Se refería el Fiscal a Ernesta de la Oca, una vagabunda de la que García Escalero y un amigo suyo, mendigo como él, abusaron e intentaron asesinar golpeando su cabeza con piedras. Se salvó de milagro. García Escalero y su acompañante, no indentificado, la creyeron muerta y se marcharon].
-De eso, algo más. La llevamos a un descampado. Ella estaba con mi compañero. Él fue quien la tocó. Yo sólo miraba. Recuerdo que mi compañero cojió una piedra...
Ernesta testificó ayer, y apoyó la versión de que fue el acompañante de Francisco García Escalero quien la violó, pero precisó que recibió golpes de ambos.
La estrategia de los abogados de las víctimas se centró en demostrar que García Escalero era consciente de lo que hacía y que, para despistar a la policía y ocultar huellas, quemaba los cadáveres.
-Usted golpeó a Lorenzo -indicó, por su parte, el letrado de la familia de la octava víctima de Escalero. Se refería a Lorenzo Barbas Marco, asesinado en septiembre de 1993 en un paso subterráneo de la avenida de Brasilia. La víctima dormía en un colchón. Escalero le golpeó "inesperadamente con una piedra en la cabeza" y le asestó varias cuchilladas. Ya insconciente, prendió fuego al colchón.
-No recuerdo- contestó sin alterarse, con voz apagada.
-Dice usted que le movía [a asesinar] una voz interior.
-Era una voz que no recuerdo ahora mismo.
El forense Juan José Carrasco describió a García Escalero como un auténtico trastornado mental. "Un peligro social". La historia de un fracaso "personal y de la sociedad"; un "loco" carente de sentimientos, que "sufre" su insensibilidad; incapaz de adaptarse a la sociedad y que, si quedase libre, volvería a matar". Y dijo más: "Muchos albergues" están poblados de personas como él".
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