Los objetos hallados en la última búsqueda de Marta son irrelevantes

El análisis de los objetos hallados en la última búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo en la llamada Ruta del Agua de Sevilla ha dado resultado negativo, según los análisis de la Policía Científica entregados al juzgado de instrucción 4 de Sevilla.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) indica en una nota que no se ha encontrado en los objetos hallados "ningún resto de sangre" tras los análisis realizados por especialistas del Laboratorio de Biología-ADN de la Brigada Provincial de Policía Científica.
El juez, que mantiene abierta una pieza separada para el hallazgo del cuerpo de Marta, ordenó a mediados de febrero una búsqueda en la llamada Ruta del Agua, un camino de senderismo en las inmediaciones de la localidad sevillana de Camas, donde entonces vivía el asesino confeso de la joven.
Explica el TSJA que los elementos analizados han sido diversos fragmentos de manta, una falda, una alfombra y un pequeño fragmento de tela. Los objetos estaban cubiertos de una gran cantidad de tierra seca, vegetación adherida e incluso insectos, lo que provocó que se encontraran en mal estado de conservación. A pesar de ello -añade la nota- fueron sometidos a un exhaustivo estudio macroscópico que ha dado lugar al mencionado resultado negativo.
La joven Marta del Castillo desapareció el 24 de enero de 2009 y su asesino, Miguel Carcaño, fue condenado a veinte años de cárcel por la Audiencia de Sevilla, en una sentencia que se encuentra pendiente de que el Tribunal Supremo resuelva los recursos de la defensa, la fiscalía y la acusación particular que ejercieron los padres.
Carcaño ha pedido que se rebaje su condena a doce años y medio y la fiscalía y los padres de Marta han solicitado que la condena se amplíe a delitos de profanación de cadáveres y contra los tres presuntos cómplices absueltos: el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, la novia de éste, María garcía, y su amigo Samuel Benítez.
La búsqueda en la Ruta del Agua siguió a las realizadas durante varios meses en el Guadalquivir, en un vertedero de basuras y en una zanja de Camas, que costaron 616.000 euros que los recursos ante el Supremo pretenden que se hagan abonar a los acusados.