sábado, 23 de febrero de 2013

El "caso Gacy", el homoxesual asesino, replantea en EEUU el debate sobre la pena de muerte


Como dejaba prever el clima emocional registrado durante el juicio, John Wayne Gacy, el hombre que asesinó a 33 jóvenes en Chicago, fue condenado ayer a la pena de muerte en la silla eléctrica.La sentencia fue recibida con aplausos por el numeroso público que siguió el proceso. La ejecución de Gacy está prevista para el día 2 de junio, aunque, en el Estado de Illinois, el recurso ante el tribunal de apelación es automático. A pesar de las tesis de los psiquiatras de la defensa, el tribunal consideró que Gacy contaba con todas sus facultades mentales en el momento de realizar la serie de crímenes que escalonó a lo largo de siete años, entre 1972 y 1978.
Los miembros del jurado, siete hombres y cinco mujeres, permanecieron encerrados durante cinco semanas para evitar cualquier influencia exterior sobre el pronunciamiento de la condena. Durante la última jornada del juicio el proceso del criminal Gacy se convirtió, en realidad, en un debate en pro o en contra de la aplicación de la sentencia capital.
«¿Cómo podemos condenar nosotros a alguien por asesinato, si nos convertimos después en su propio asesino? ¿Vamos a actuar también como John Gacy? Pido que le condenemos a vivir para el resto de sus días en su celda», fueron las palabras pronunciadas por el abogado de la defensa, Sam Amirante. En vez de ejecutar a Gacy por sus 33 crímenes, Amirante propuso que sea internado en una institución penitenciaria, a fin de estudiar su comportamiento.
Los argumentos de la parte contraria fueron tan duros como los expuestos por la defensa. «¿Quién será la próxima víctima? ¿Un guardián, otro prisionero?» Replicó el abogado general de la acusación, William Kunkle, confirmando su opinión de que John Wayne Gacy «es un ser socialmente irrecuperable».
Hace más de dieciocho años que no ha habido ninguna ejecución capital en el Estado de Illinois. Sin embargo, desde 1977 los tribunales del Estado cuentan con la facultad legislativa de imponer la pena de muerte en los casos de asesinatos cometidos con circunstancias agravantes, como el pago a un asesino profesional, la muerte con sevicias sexuales y el asesinato de dos o más personas. Gacy reúne las dos últimas condiciones, por su espectacular número de víctimas y por haber abusado sexualmente de los muchachos antes de estrangularlos. La única posibilidad para Gacy de escapar a la silla eléctrica es el debate que se abre ahora, en Illinois en torno a la aplicación o no de la pena.

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